¿Embarazos

Inesperados?
Historias de mujeres que no decidieron abortar
Mi Dios es real...di sí a la vida.
Una mujer que estuvo a punto de abortar en una clínica de abortos nos cuenta su historia.

Mi historia fue un maravilloso milagro de Dios. En el mes de mayo del año 2001 quedé embarazada. Vivía en un ambiente del modelaje, las modas, los fashion shows, castings, shootings, promociones, pesaba solamente 90 libras, y mi mayor ambición "verme bien, no engordar". Mi novio se protegía con preservativos pero ese 22 de mayo de 2001, el preservativo se rompió, yo supe desde ese instante que estaba embarazada.
Comencé a experimentar los cambios en mi cuerpo, náuseas, mareos, sueño, cansancio, me decía a mi misma, "no puede ser", cuando vi POSITIVE en esa prueba de sangre me quise morir, grite y lloré hasta más no poder, no quería tener un hijo, no lo quería, no podía tenerlo. Vi mi vida echa pedazos, mis sueños obstruidos, mis metas desechas, mi cuerpo, mi afán por el modelaje, todo, todo había terminado, pero encontré la "solución a mi problema", EL ABORTO.
Así fue que fui a una clínica de abortos, recuerdo que al llegar tan solo al estacionarme un inmenso dolor rodeo mi corazón, un sentimiento maternal me agobiaba, un llanto continuo comenzó a surgir de mí, no-tenia consuelo. Comencé a pedirle a Dios perdón y a mi bebé por lo que iba a suceder en ese lugar. Me sequé las lágrimas y entré, llené mi record, pero un escalofrío, un miedo horrible se apoderó de mi vida, presentía que me podía morir en ese procedimiento, pero pensé nuevamente, "no, no puedo tenerlo". Recuerdo que me llamaron y yo le dije a la secretaria "yo quisiera antes de abortar, que me realicen un sonograma, para ver, aunque sea por última vez, no sé lo que haya ahí".
Me cambié de ropa, me puse mi bata, mis chanclas y mi gorro, me senté a esperar en un sillón reclinable junto a unas 5 mujeres más listas ya para cometer ese crimen al igual que yo. Cuando tocó mi turno, mis piernas temblaban, me acosté en la camilla, dos enfermeras totalmente frías me ayudaron en el procedimiento, luego llegó un hombre alto, rudo, serio, asesino. Me trató mal desde un principio, tan pronto me vio, comentó "no me gusta como se ve esta muchacha", me indicó las instrucciones, me dice "te voy a realizar un endovaginal, aquí vas a ver lo que tienes ahí adentro, y yo veo en la posición en que está para luego succionarlo con este instrumento". Tan pronto introdujo el tubo para realizarme el endovaginal, me queje de dolor fue muy brusco y él me contestó "nena, si te duele esto, prepárate para lo que viene después", yo me quería ir, me sentía mal, tenia mucho dolor, pero ya estaba allí y lo iba a hacer, estaba decidida, con dolor en mi alma.
Pero como allá arriba hay un Dios Grande que todo lo ve y todo lo sabe, este médico me dice: "¿tú estas segura que estás embarazada?", le contesté "si, lo estoy", me dice "¿trajiste tu prueba?", miró el record, vio la prueba, y yo digo ¿que pasa? y él me enseña la pantalla y me dice "no hay nada", realmente no veo nada, no veo absolutamente nada y ya tienes 1 mes de embarazo se supone que se vea, tienes que esperar mas tiempo". Yo le dije "no hay problema, vendré luego", pero tan pronto yo salí de aquella clínica, yo dije "Dios mío, que es esto".
Fácil, Dios es tan y tan grande que no permitió que mi pequeño bebé se viera, porque mi hijo tenía que nacer. Al día siguiente fui donde una prima mía enfermera y le pedí que me hiciera un sonograma, ella me llevó al hospital donde trabajaba y en la sala de maternidad, me realizaron un sonograma, le conté lo que me sucedió en aquella clínica que no se veía nada, y para mi sorpresa tan pronto la muchacha colocó aquella máquina en mi abdomen apareció una pequeña cosita latiendo, era el corazoncito de mi bebé, pude ver la bolsita todo, que Grande es Dios!
Decidí tener a mi hijo, continuar con mi embarazo, y el 31 de enero de este año tuve la felicidad más grande de mi vida, pude tener por cesárea mi primer hijo varón, fue la emoción más grande de mi vida, estuve llorando toda la cesárea, cuando me pusieron ese ser humano a mi lado, fue una experiencia sumamente hermosa, nació saludable, fuerte. Hoy día ese ser humano, es la razón de mi existir, lo AMO con todas mis fuerzas, es la personita que más quiero en este mundo, jamás me hubiera perdonado asesinar a mi hijo, no imaginan cuanto lloro cuando en las noches lo veo dormidito a mi lado, y pienso lo que casi fui capaz de hacer. Mi hijo es un niño feliz, siempre tiene una sonrisa en sus labios y es el regalo más bello que Dios me ha brindado.
A todas las mujeres que se encuentran en una situación difícil, que están pensando abortar, DETENTE, no lo hagas, piensa primero, analiza, tu bebé no tiene la culpa, no te pidió venir al mundo, dale la oportunidad de vivir. Yo pude haber regresado aquella clínica pero no lo hice, porque Dios así no lo permitió. Un hijo no es una carga, carga será el llevar la culpa en tu conciencia del pecado de haber asesinado a tu propio hijo, tu propia sangre.
Si te sientes triste, sola, escríbeme a mi e-mail lannalvira@hotmail.com, estoy presta a ayudarte, aconsejarte por el camino del bien. Vamos a darle la vida a esas criaturitas inocentes, Dios no nos da carga que no podamos llevar. Y recuerda haz de esta mi frase tuya también "Las nubes negras y tormentosas no prevalecerán eternamente; el sol brillará de nuevo y las alejará". Ya no me importa el modelaje, no me importa el cuerpo, solo vivo para mi hijo, para verlo crecer sano y saludable y sobre todo, para inculcarlo en los caminos de aquel que lo guardo desde mi vientre y quien le dio la vida, Dios.
Dios te bendiga, y que mi historia te sirva de ayuda para poder continuar hacia adelante, diciéndole SÍ a la VIDA y NO al ABORTO.
Carta de Alicia
Una joven de 18 años nos cuenta su experiencia con un embarazo no deseado.
Mi nombre Alicia, tengo 18 años y actualmente estudio Licenciatura en Turismo en una universidad de mi localidad... Tengo una bebé que va a cumplir 4 meses y estoy facinada con ella ¡parece que volví a nacer ! es idéntica a mí... y la adoro.Actualmente mi novio Luis y yo estamos haciendo planes para la boda... ¡todo el mundo está felíz y nos ha apoyado mucho! Jamás me hubiera imaginado esto, tan solo unos meses atrás, cuando me enteré que estaba embarazada.
Es increíble como la mano de Dios estuvo en todo momento presente en la vida de mi hija, ya que la diferencia entre su vida o su muerte fue de tan solo "UN DÍA". La doctora que me atendió fue quien me dio la noticia de mi embarazo, quedé helada... en ese momento, lo último que quería oír era precisamente lo que estaba oyendo. Muy "comprensiva" la doctora, al ver que no podía parar de llorar me preguntó: ¿Que piensas hacer? ¿ Lo quieres tener ?... ¡Que pregunta! era obvio que en esa situación no lo quería tener. Le dije que no y me dijo que aquí en México el aborto era ilegal, pero que podía conseguirme una cita en una clínica en E.U. en donde podían hacerlo. Solo debía esperar al día siguiente, porque el número telefónico de la clínica había cambiado y tenía que conseguir el nuevo número. "Vente mañana para darte el teléfono nuevo y puedas hacer tu cita", me dijo. ¡Cuánta amabilidad! pensé, esta doctora verdaderamente quiere ayudarme...
Salí de allí desesperada y muy triste, pensando en lo que harían mis padres si se llegaran a enterarse de mi embarazo...sí, un aborto...eso es lo más indicado, sobre todo ahora que solo tengo 8 semanas...todavía ni se forma...¡Es lo mejor!
Comenté con Luis lo que me dijo la doctora y me dijo que me apoyaba en lo que yo decidiera, pero me comentó que un amigo sabía de "otro lugar" donde tal vez podrían ayudarnos...que posiblemente ahí nos saldría "mas barato" que en los Estados Unidos...fue así como la mano de Dios empezó a proteger a mi hija, desde entonces, con ese "ven mañana" todo cambió para ella... Hicimos una cita ese mismo día y acudimos a ese lugar que resultó ser de una organización próvida.
En ese bendito lugar nos abrieron lo ojos, nos tranquilizaron, nos dieron seguridad, apoyo, nos enseñaron el desarrollo de nuestra bebé con fotografías y en vídeo, nos hablaron de lo que era el aborto, sus riesgos y consecuencias físicas y psicológicas y nos enviaron de manera gratuita con un médico que por primera vez nos mostró a nuestra bebé a través del ultrasonido...
Cuando la ví moviéndose y chupando su dedito sentí una emoción que no puedo describir...¡escuché los latidos de su corazón!...y desde ese mismo instante, supe que mi hija nacería... ¡Que ciegos estábamos!
Ahora, sabía que lo difícil era enfrentar las cosas en mi casa, tuve mucho apoyo por parte de las personas que trabajan en ese lugar, que gracias a Dios sé que hay en casi todo México y es gratuito. Mi consejera estuvo conmigo siempre y me apoyaba en todo momento... nos vimos varias veces antes de atreverme a hablar en mi casa, por fin me decidí...No voy a contar detalles, pero su reacción, sobre todo la de mi padre, no fué como yo esperaba, mas bien fué de comprensión y apoyo.. claro al principio fué un "drama" pero, como bien me lo dijeron, es una situación que pasa, algo temporal... y es natural puesto que es algo totalmente sorpresivo y no precisamente el "sueño ideal" que cualquier padre tiene para su hija, pero pues así sucedieron las cosas y ahora están encantados con Mariana. La llenan de amor y de cuidados y la niña se siente muy querida entre nosotros.
Doy gracias a Dios por haber recapacitado a tiempo, no sé lo que hoy sería de mi vida de haberme practicado un aborto. Sé que no me lo hubiera perdonado nunca. Estoy convencida que la crisis de los primeros meses pasa con el tiempo y cuando pasa la tormenta, al tener a tu bebé en los brazos, todo lo pasado se olvida y solo quieres abrazarla, besarla, luchar por ella y hacerla feliz.
Mi consejo a cualquier mujer en mi situación es que busque ayuda. En esos momentos, como estamos hundidas en la desesperacion no pensamos con los cinco sentidos... buscamos una salida fácil y creemos que el aborto lo es. Necesitamos de alguien que nos hable con la verdad y nos haga recapacitar...que nos muestre la maravilla que hay en nuestro vientre cuando estamos embarazadas, no que nos lo oculte para sacar un provecho propio. Debemos comprender que en esos momentos, verdaderamente tenemos una vida humana en nuestras manos...la decisión es nuestra.
¿Problemas? siembre habrá problemas en nuestras vidas, abortemos o no....y creo que la mejor manera de superarlos es con la frente muy en alto y con nuestra conciencia tranquila, con la seguridad de haber actuado responsablemente asumiendo las consecuencias de nuestros actos y de no haber lastimado nunca a un ser inocente que además, si le damos esa oportunidad, en el futuro será el centro y la felicidad de nuestras vidas.